El verde es el color más abundante y presente en la naturaleza. El mundo está aún lleno de vegetación, aunque en proporción menguante en muchos lugares. En algunas zonas, la superficie boscosa se recupera después de haber sido diezmada o extinguida, mientras que en otras avanza la destrucción, al menos la sustitución de la cubierta natural, que había alcanzado su clímax, por cultivos momentáneamente considerados como más rentables y necesarios. No es este el lugar adecuado para elucubrar acerca de las di
El caso es que el verde abunda casi tanto como el azul y los infinitos ocres y marrones, y mucho menos que el rojo, el amarillo, el blanco, el negro (la mezcla de todos los colores o la ausencia de luz) y toda la abrumadora presencia de matices, mezclas y tonos intermedios. Cabría esperar que esos verdes omnipresentes hubieran sido los primeros en aparecer a la hora de nombrar los colores, como de fabricarlos y utilizarlos. Dejamos aparte el hecho de que queremos ver verdes hasta donde no los hay, y meno
Se usaron tierras verdes, poco intensas y brillantes, lo que ayudó poco a hacer atractivo y popular el color verde, aunque hubo épocas en las que estuvo de moda. Para un par de reyes de Francia fue su color preferido, proscrito por sus sucesores, porque no le faltaba al verde más que ser asociado a ciertas políticas, comportamientos y dinastías, que las cosas funcionan así, o peor.