ASOCIACIÓN CONTRA EL SARCOMA DE EWING
Tenía un cuaderno donde dibujaba todos mis sueños, mis padres intentaron que todos esos dibujos se materializaran. Estaba en una fase del tratamiento en la que me encontraba muy bien y tan solo tenía que ponerme ácido zoledrónico una vez al mes, éste era el momento ideal para ir a Lanzarote y montar el dromedario. ¡ALUCINANTE!
Desde muy pequeña mi gran pasión fue la hípica, a los 5 años empecé a dar clases y estaba preparada para federarme y competir en salto. No os podéis imaginar lo que es pasear en un frisón por la playa de San Carlos de la Rápita en Tarragona. ¡INDESCRIPTIBLE!