Hermanas Apostólicas de Cristo Crucificado
Con la cruz, Jesús comparte y comprende nuestras dificultades. Por eso la Cruz es el símbolo del Amor. Un amor inmenso, desde la entrega, la sencillez, la acogida y la confianza plena. Un recordatorio de que no estamos solos: Dios nos ama. No se olvida de nosotros.
Al dejar que la cruz de Jesús guíe nuestra vida, comenzamos a comprender y hacer nuestras las muchas cruces que cargan los demás. Y así, compartiendo, aliviando y dando esperanza, construimos cada día un mundo mejor para todos.