Willi se ha dormido del todo. Se ha ido de la misma manera que nos ha acompañado estos casi diez años, con mucho cariño, mucha discreción y sin dar la lata. Nos ha dado mucho mas de lo que nosotros le hemos dado a ella. Y con un absoluto desinterés, sin esperar nada a cambio, salvo comida, agua limpia y su cajón de arena. Bueno, y permiso para subirse a dormir encima de cualquiera de nosotros sin previo aviso. Nos ha dado muchas lecciones, quizá hoy la mas grande. Sus únicos maullidos han sido para reclamar
Su despedida, aqui .
La calle San Francisco está recobrando la vida poco a poco desde que la peatonalizaron no hace mucho. Para situarte, consulta esta entrada de hace mas de cuatro años . En la esquina con Navas va a abrir la pastelería Dulcinea.